ARTÍCULO SAMRUPTIVO CAM

CC. San Alberto Magno

SAMruptivo: cuando la tecnología, la IA y la educación emocional se encuentran en el aula de Plástica

En el aula de Tecnología y Plástica del CC. San Alberto Magno (Madrid) ha ocurrido algo poco habitual pero profundamente necesario. Dos conceptos que rara vez se combinan en el contexto educativo, como son Inteligencia artificial y educación emocional, han encontrado un espacio común de creación, expresión y reflexión a través del proyecto SAMruptivo: Arte disruptivo.

La actividad es una iniciativa que nace en Secundaria, surgida tras múltiples conversaciones del profesor de Tecnología con la orientadora del centro sobre cómo abordar de forma más profunda y significativa la educación emocional en el aula. Fruto de esta reflexión conjunta, se emprende hace unos meses un proyecto, en el que la inteligencia artificial se convierte en aliada de la expresión emocional y artística del alumnado.

Esta colaboración entre Orientación y Tecnología ha hecho posible que el uso de herramientas tecnológicas e inteligencia artificial en el aula tenga un sentido formativo profundo, en el que el crecimiento personal y la alfabetización digital avanzan de la mano.

Inmersos como ya están nuestros adolescentes en el mundo tecnológico y en la IA, urge una profunda formación en emociones que no olvide poner en el centro “lo humano” y que facilite a nuestro alumnado el uso de estos avances con razón y sentido.

El alumnado de 1.º y 2º de ESO ha sacado a la luz sus emociones más complejas y las ha transformado en obras visuales utilizando herramientas digitales e inteligencia artificial generativa como apoyo creativo. Y lo ha hecho comprendiendo que la IA no está para sustituir su esfuerzo, sino para acompañarlo, enriquecerlo y expandirlo.

Esta reflexión ha estado presente desde el principio: la inteligencia artificial debe utilizarse en las aulas como una herramienta ética, responsable y útil, que potencie sus capacidades, pero nunca anule el proceso personal de aprendizaje y su ser persona.

Además, SAMruptivo ha sido una herramienta poderosa para fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y, sobre todo, la expresión emocional.

La experiencia comenzó con una pregunta directa: “¿Qué hay dentro de mí que normalmente no digo?”. A partir de ella, el alumnado redactó un primer texto en el que describía sus emociones y cómo las representaría en una obra de arte disruptiva.

Posteriormente, utilizaron una herramienta de inteligencia artificial que, lejos de limitarse a generar imágenes, realizó una reflexión crítica sobre sus escritos, devolviéndoles un análisis emocional y simbólico de lo que habían expresado.

Esta devolución les sirvió para repensar su mensaje y profundizar: reescribieron sus emociones, refinaron la descripción de su obra y, finalmente, la IA generó una imagen basada en esa segunda versión del texto, dando forma visual a lo que sentían por dentro. Cada creación se completó con un título y una frase personal que resumía el proceso vivido.

Este resultado tan impactante y tan sincero no es casual. Es fruto de una línea de trabajo transversal y continuada desde los primeros cursos en el centro, en la que todos los docentes, y de forma muy especial el departamento de Orientación apoyado siempre en los tutores de cada nivel, que llevan el trabajo verdaderamente directo con el alumnado en cuanto al trabajo de sus emociones,  contribuyen a crear un entorno donde el alumnado se siente seguro para hablar de lo que siente, poner palabras a sus emociones, y desarrollarse no solo académicamente, sino también como personas.

Esta línea de trabajo ha comenzado a extenderse a otros niveles educativos del centro mediante el proyecto LATENCIA (https://vecindae.com/tecnologia/proyectos/latencia/) , en el que alumnado de 4.º de ESO entrevista a los profesores sobre cómo trabajan ellos la educación emocional en el aula, y también entrevistan a estudiantes de cursos inferiores sobre emociones, tecnología y creatividad y sobre el trabajo realizado y anteriormente descrito. Generan éstos un archivo audiovisual que conecta generaciones, explica procesos y vivencias, al tiempo que da continuidad al trabajo emocional y artístico iniciado en SAMruptivo.

En cuanto al desarrollo práctico detallado de la actividad SAMruptivo, las sesiones se organizaron en varias fases encadenadas que combinaron reflexión emocional, creatividad artística y uso responsable de la inteligencia artificial.

En primer lugar, se realizó una introducción al arte disruptivo y a artistas provocadores, para comprender cómo el arte puede ser una vía de expresión libre y crítica. A continuación, el alumnado se sumergió en una fase introspectiva, en la que identificaron una emoción personal y redactaron un primer texto describiendo tanto lo que sentían como la forma en que lo representarían visualmente en una obra de arte. Este trabajo es el que no hubiera sido posible sin todo un acompañamiento anterior en su vida escolar en el que se han dado importancia y validación a sus emociones, un acompañamiento tutorial en el que su crecimiento como personas se ha trabajado dando importancia a lo que sienten, a quiénes son.

En el siguiente paso, utilizaron una IA generativa diseñada para interpretar textos con carga emocional, que devolvía un análisis crítico de su escrito: una reflexión sobre el tono, el contenido simbólico y el impacto emocional del mensaje. Gracias a esa devolución, los alumnos revisaron y reescribieron sus textos, afinando su reflexión emocional, reformulando la descripción de su obra y destacando aún más el fondo de su mensaje. Finalmente, con esta versión más profunda y depurada de sus textos, la IA generó una imagen que representaba en forma de obra de arte disruptivo la emoción descrita.

La experiencia culminó con una puesta en común en el aula, donde cada estudiante presentó su creación, explicó su proceso emocional y artístico, y compartió con el grupo sus reflexiones. El aula se transformó en un auténtico espacio de empatía, respeto y conexión humana.

También estas obras fueron expuestas en el centro: imagen y texto. Causaron impacto también en el resto de la comunidad educativa que vieron la carga emocional de cada foto, el conjunto de emociones que representaban el ser y el día a día de nuestros adolescentes y la magnífica expresión de ello que la IA permitía.

Las obras resultantes están disponibles en la web de Tecnología del profesor, vecindae.com, en el apartado de Plástica (https://vecindae.com/plastica/actividades/trabajos-2024-25-samruptivo/).

Títulos como “El Agobio”, El espejo Raro”, “Del Revés”, “Amistades Falsas” o “Mi Jaula Invisible” reflejan la profundidad emocional de lo vivido. El impacto que han tenido en el grupo, en las familias y en el profesorado demuestra la fuerza del arte como herramienta de transformación personal y social.

SAMruptivo ha sido mucho más que una actividad de Tecnología o de Plástica. Ha sido un ejemplo real de cómo la educación del siglo XXI debe ser interdisciplinar, emocionalmente consciente y tecnológicamente crítica. Una muestra de que cuando se alinean objetivos entre departamentos, se confía en el poder del arte y la creatividad y se acompaña al alumnado en el uso ético de la tecnología, el aprendizaje se vuelve profundo, humano y transformador.

Firmado por:

Pablo Zamora Díaz, Profesor de Tecnología

Rocío Figueroa Soler, Orientadora del Centro


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