EL ALMA DE LA GALLINA

Hoy vais a participar en una experiencia artística diferente a las habituales. La actividad se llama “El alma de la gallina” y su objetivo principal es que aprendáis a crear a partir de sensaciones, utilizando sentidos que normalmente dejamos en segundo plano cuando dibujamos.

1. Presentación de la actividad

Trabajaréis en grupos de cuatro alumnos. A cada grupo se le entregará una bolsa completamente cerrada, dentro de la cual hay varios objetos seleccionados para provocar sensaciones diversas.
No podréis abrir la bolsa ni mirar su interior en ningún momento.
Toda la información deberá obtenerse únicamente mediante el tacto y por las sensaciones que os transmitan sus superficies, formas y temperaturas.

Cada alumno, aunque tocará los mismos objetos que sus compañeros, recibirá estímulos diferentes:

  • Un olor único, distinto para cada persona.
  • Una pieza musical diferente, que podrá ser alegre, tranquila, melancólica, intensa…

De este modo, aunque la experiencia táctil es la misma para los cuatro, los estímulos emocionales y sensoriales serán diferentes.

2. Desarrollo de la actividad

Cada alumno introducirá la mano en la bolsa y, con calma, explorará lo que hay en su interior. Podéis tocar, mover, presionar o desplazar los objetos todo lo que necesitéis, siempre sin mirar.

La tarea consiste en realizar un dibujo personal que represente lo que os inspira esa experiencia. No se trata de adivinar qué hay dentro, sino de transformar las sensaciones en una creación artística propia:

  • ¿Qué emoción os transmite la textura?
  • ¿A qué os recuerda la forma?
  • ¿Qué efecto provoca la música en lo que imagináis?
  • ¿Qué imagen evoca el olor que habéis recibido?

Además, todas las bolsas comparten un objeto común que servirá posteriormente para comparar las interpretaciones de distintos grupos.

El dibujo puede ser figurativo, abstracto, simbólico o expresivo. Lo importante es que refleje fielmente vuestro pensamiento, vuestra percepción y vuestra emoción en ese momento.

3. Puesta en común

Cuando todos los dibujos estén terminados, los colocaremos agrupados por cada bolsa, es decir, juntaremos los trabajos de los cuatro alumnos que han tocado los mismos objetos.

Observaremos qué ocurre:

  • ¿En qué se parecen los dibujos?
  • ¿En qué se diferencian?
  • ¿Ha influido más el olor o la música?
  • ¿Cómo puede una misma sensación física producir representaciones totalmente distintas?
  • ¿Cómo cambia la interpretación cuando lo que sentimos no lo acompañamos con la vista?

Este será un momento para compartir impresiones, explicar las decisiones tomadas y descubrir hasta qué punto los sentidos condicionan la forma en la que interpretamos el mundo.

4. Reflexión final

Terminaremos con una reflexión conjunta sobre la percepción.
Hablaremos de cómo cada persona percibe la realidad de forma personal y única, influida por factores externos (ambiente, música, olores, temperatura) y también por factores internos (emociones, pensamientos, recuerdos, estado de ánimo).

Comprenderéis que el arte no depende solo de lo que vemos, sino de lo que sentimos y cómo lo filtramos a través de nuestras experiencias.

5. Origen del nombre

El nombre de la actividad, “El alma de la gallina”, procede de una práctica antigua en la que se introducía la mano en una bolsa que contenía una gallina viva, y los participantes debían dibujar lo que les sugería esa sensación inesperada.
Aunque en nuestra versión no hay animales y todo es completamente seguro, mantenemos la idea central: crear desde la sorpresa, la emoción y desde la sensibilidad.

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