Queridos estudiantes, antes de adentrarnos en los fundamentos de la geometría plana, es importante comprender su rica historia. La geometría es una de las ciencias más antiguas, nacida de la necesidad práctica de medir longitudes, áreas y volúmenes. En el Antiguo Egipto, se usaba para construir pirámides, dividir tierras agrícolas y diseñar edificios con precisión, empleando herramientas simples como el “triángulo egipcio”, una cuerda dividida en 12 partes para formar rectángulos.
El matemático y geómetra griego Euclides, considerado “El Padre de la Geometría”, formalizó esta ciencia en su obra “Los elementos”, estableciendo los postulados básicos que aún hoy rigen la geometría euclidiana.
A principios del siglo XIX, Gauss, Lobachevsky y otros matemáticos rompieron con el quinto postulado de Euclides y desarrollaron la geometría hiperbólica, creando una geometría no euclidiana.
Tales de Mileto, influyente en la geometría, aprendió de los conocimientos egipcios y aportó el teorema de las paralelas y la proporcionalidad. Más tarde, Pitágoras, conocido por el famoso teorema que lleva su nombre, también estudió en Egipto y difundió la importancia de la aritmética y la geometría. Platón, otro gran pensador griego, estudió la proporción áurea y destacó la relevancia de la geometría en su obra “Timaeus”.
A lo largo de este viaje, aprenderemos no solo la aplicación de estos conceptos sino también la belleza y complejidad que envuelven el mundo de la geometría.