EN MI CUNA ME PROTEJO

Mi diseño consta de una estructura principal hecha con cartón, formando la base y los lados de la “cuna”. Dentro de esta estructura, utilicé globos como el principal mecanismo de amortiguación, imitando el suave acolchado de una cuna real. Los globos están estratégicamente distribuidos para soportar y envolver el huevo, absorbiendo el impacto desde cualquier dirección.Además, implementé un sistema de suspensión utilizando pajitas y gomas elásticas para reforzar la estructura y proporcionar flexibilidad adicional durante los impactos. Este sistema no solo ayuda a distribuir la fuerza del golpe de manera más uniforme, sino que también añade una capa extra de protección, evitando que el impacto directo llegue al huevo.

Mi proyecto “En mi cuna me protejo” está diseñado para salvaguardar un huevo en condiciones extremas, emulando la seguridad y confort de una cuna para bebés. La estructura principal, construida de cartón, forma la base y los costados de la “cuna”. Dentro, los globos distribuidos estratégicamente actúan como el principal mecanismo de amortiguación, imitando el acolchado suave de una cuna real para envolver y proteger el huevo contra impactos.

Para reforzar esta estructura y proporcionar flexibilidad adicional durante los impactos, implementé un sistema de suspensión que utiliza pajitas y gomas elásticas. Este sistema no solo distribuye uniformemente la fuerza del impacto, sino que también añade una capa adicional de protección para impedir que el impacto directo alcance al huevo.

En el proceso de diseño, realicé varias pruebas lanzando el dispositivo desde diferentes alturas. Basándome en los resultados, decidí aumentar la cantidad de globos para mejorar la amortiguación y reforzar las esquinas con capas adicionales de cartón para asegurar una mayor resistencia al impacto. Este enfoque me permitió identificar y solucionar problemas de diseño, como asegurar que todos los materiales estuvieran bien unidos sin usar demasiado pegamento, lo cual podría añadir peso innecesario. En su lugar, utilicé cinta adhesiva de manera estratégica para mantener la estructura ligera y segura.

La construcción total del dispositivo me tomó alrededor de dos semanas, con dedicación de dos horas a la semana. El rendimiento durante las pruebas de caída fue exitoso, y el huevo sobrevivió intacto en todos los intentos, lo que confirmó la eficacia de mi diseño.

De esta experiencia, aprendí la importancia de la experimentación y la iteración. Cada prueba proporcionó información valiosa que utilicé para mejorar el diseño continuamente. Si tuviera que repetir el proyecto, consideraría el uso de materiales aún más ligeros, como espumas de poliestireno, para mejorar aún más la eficacia del dispositivo sin aumentar su peso.

La parte que más disfruté fue la fase de prueba, donde pude ver el fruto de mi trabajo protegiendo el huevo con éxito. Mi dispositivo se destaca por ser notablemente más ligero que muchos otros, lo que contribuye a su eficacia y facilita su manejo y prueba.

Mi consejo para futuros estudiantes que realicen este proyecto sería no temer experimentar y hacer ajustes, incluso si eso significa deshacer parte del trabajo para hacer mejoras. Este enfoque práctico y abierto al cambio es crucial para el éxito en proyectos de diseño y construcción.


¡A VOLAR!

Tras una anticipada cuenta atrás, el dispositivo “En mi cuna me protejo” ha sido lanzado desde la altura acordada, con todos los ojos fijos en el descenso controlado que determinaría el destino del preciado huevo en su interior.

A medida que el artefacto descendía, su diseño innovador y la disposición cuidadosa de los materiales absorbentes de impacto comenzaron a demostrar su valía.

El vuelo del dispositivo fue notablemente estable. Gracias a su estructura aerodinámica y al equilibrio conseguido en su construcción, “En mi cuna me protejo” mantuvo una trayectoria descendente suave, sin giros bruscos ni movimientos erráticos que pudieran comprometer la integridad del huevo. La tensión en los rostros de los estudiantes y espectadores se transformó gradualmente en sonrisas de esperanza a medida que el dispositivo se acercaba al suelo.

El momento del impacto fue crítico pero bien manejado por el diseño del dispositivo. Al hacer contacto con el suelo, los materiales como los globos y las almohadillas internas absorbieron la mayor parte del choque, disipando la energía que de otro modo habría sido fatal para el huevo. La estructura exterior, aunque diseñada para ser ligera, mostró una resistencia admirable, sufriendo solo daños menores que no comprometieron su función protectora.

Al abrir el compartimento principal de “En mi cuna me protejo”, un suspiro colectivo de alivio se escapó cuando se reveló que el huevo había sobrevivido completamente intacto. No solo había sobrevivido, sino que parecía como si apenas hubiese experimentado un vuelo y un aterrizaje que, sin duda, podrían haber sido catastróficos sin las adecuadas medidas de protección.

El análisis posterior del dispositivo y su desempeño durante el vuelo y el impacto proporcionó valiosas lecciones sobre la física de las fuerzas de impacto, la importancia del diseño considerado y la ingeniería creativa. “En mi cuna me protejo” no solo protegió con éxito su precioso cargo, sino que también se convirtió en un testimonio del ingenio y la capacidad de innovación de los estudiantes.


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